El senador republicano estadounidense por Kentucky, Randall Paul, aseguró que en Venezuela no se produce el llamado fentanilo o «droga zombi», desmintiendo así las falsas acusaciones que Washington ha pretendido imponer sobre la nación suramericana.
En una entrevista con el periodista Piers Morgan, el parlamentario también desmontó la narrativa que la administración del presidente Donald Trump ha manejado en torno a la nación suramericana y su “lucha contra el narcotráfico”. Aseveró que, para que una lancha pueda llegar al territorio norteamericano desde Caracas, tendría que abastecerse con combustible al menos unas 20 veces.
«No se produce fentanilo en Venezuela. Ni un poco, no se está produciendo (…) Son lanchas con motor fuera de borda que, para llegar a Miami, tendrían que parar a repostar 20 veces», dijo.
De esta manera, Paul destacó la ilegalidad de las acciones militares de la Casa Blanca contra pescadores en aguas internacionales del Caribe, mientras que el 87 por ciento de los estupefacientes que consume el pueblo estadounidense sigue entrando a su territorio por el Pacífico.
We don’t blow up boats off Miami because 25% of the time suspicion is wrong.
We shouldn’t do it off Venezuela either. These are small outboards with no fentanyl and no path to Florida.
We can’t just kill indiscriminately because we are not at war. It’s summary execution!… pic.twitter.com/CMb4m1aUF1
— Senator Rand Paul (@SenRandPaul) October 21, 2025
Las afirmaciones del tuit de Senador:
- No hacemos estallar barcos en Miami porque el 25% de las veces la sospecha es errónea.
- Tampoco deberíamos hacerlo en Venezuela. Son pequeños motores fuera de borda sin fentanilo y sin ruta a Florida.
- No podemos matar indiscriminadamente porque no estamos en guerra. ¡Es una ejecución sumaria!
- Todos tienen derecho a un juicio porque, a veces, el sistema se equivoca. Incluso los peores de los peores en nuestro país tienen derecho al debido proceso.
- La conclusión es que la ejecución sin proceso no es justicia, y hacer estallar barcos extranjeros es una receta para el caos.